un automato creado para entretener aristocratas y burgueses en el siglo XVIII ganava todas las partidas de ajedrez. batizado como “el turco”, la maquina nada más era que una simples ilusión.

benjamin franklin en la verdad, ha perdido la partida para un enano maestro del ajedrez. no sabemos mucho más del sujeto oculto en las entrañas del aparato. walter benjamin recupera la famosa historia en la primera de las tesis sobre el concepto de la historia. 

la alegoria señalava el materialismo historico - ese que podría ganar siempre, desde que mantuviera oculto su potencia messianica.


desde 2005, la cuarta empresa más grande del mundo aglomera millares de trabajadores pobres entrenando inteligencia artificial hecha por humanos, de otra categoria. su plataforma llamase justo “mechanical turk” y nadie conoce exactamente las reglas de su funcionamiento.

ser un “turker”, es pertencer a esa categoria donde los pagos son de $0,01.  humanos - enanos del contemporaneo - que por su condicion precaria, pueden ser explotados desde que conectados en red.

cuantas horas cumprindo tareas mecanizadas para ganar una nota con la cara del benjamin franklin? cuanto se pode ganar? quantas imagenes necesitan ser traducidas por humanos hasta que los algoritmos te puedan subsituir integralmente? donde saldrá la más-valia cuando no se tenga más fuerza de trabajo a explotar? 
 
en un tiempo donde cada vez más inportan las cifras, los numeros y el big data - seguiremos retorcido dentro dentro del turco - sin regulación, sin derechos, sin historia, sin nombre.

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